Sin consultar ni una sola vez el texto, durante los más de cuarenta minutos que duró la exposición, José Luis Gutiérrez ha pronunciado el pregón de más contenido religioso y teológico de los que se recuerdan en Huéscar. En el genuino estilo ignaciano, combinando el discurso racional y la fe contagiosa, el Pregón ha sido un ejemplo de coherencia argumental y brillantez expositiva.
José Luis Gutiérrez (Cádiz 1923) no dejó lugar a dudas cuando aseguró a los cofrades y al numeroso público en la Iglesia Mayor de Santa María que su Pregón, se transformaría de hecho en un auténtico sermón, con permiso explícito de la autoridad eclesiástica. El tradicional acto del Pregón, organizado por la Federación de Hermandades y Cofradías en su XVI edición, se convirtió en una invitación valiente a contemplar y vivir los misterios de la Pasión durante nuestra Semana Mayor.
El acto fue abierto por el Arcipreste de La Sagra-Huéscar y Párroco de Santa María Mayor, P. Antonio Fajardo, que dio la bienvenida al Pregonero y al numeroso público asistente. “Dejará el listo realmente alto” supo anticipar proféticamente el Consiliario, conocida la capacidad comunicativa y la amplia experiencia del Pregonero en su dilatada vida como apóstol en la vida pública. A continuación, el Presidente de la Federación de Cofradías, Gonzalo Moreno, presentó al Pregonero subrayando la amplia bibliografía de la que es autor o editor, los relevantes cargos que ocupados en el mundo del periodismo y la cultura pero sobre todo su profunda condición de propagandista.
Las Santas Patronas
Conocedor el Pregonero de la devoción ancestral de Huéscar a sus patronas Alodía y Nunilón, empezó encomendándose a ellas resaltando su presencia en el Martirologio Romano revisado, que confirma su condición de vírgenes y mártires.
De entre los momentos de la vida de Jesús, el Pregón se centró en la Pasión del Señor, recordando la originalidad de la intervención de Dios en la Historia y como la Encarnación del Verbo niega el fracaso de la creación del hombre. “No fue así con orden angélico” afirmó el Pregonero porque “el género humano fue agraciado por el Verbo, y aunque ellos no le recibieron; el bien de Dios superó al mal de los hombres”.
Las autodefiniciones de Dios
Ayudado de los Evangelios propuestos para los seis domingos de Cuaresma, el Pregonero recorrió de forma sistemática los nombres de Dios en forma de las autodefiniciones del mismo Jesús: fuente, puerta, pan, agua viva, pastor, camino, verdad y vida. Pero si fueron las autodefiniciones de la vida pública de Jesús trascendentes, es en el inicio de la Pasión donde el Señor habla de forma de definitiva en el Huerto de los Olivos: “Yo Soy”.
Las figuras de la Pasión
De entre las figuras que acompañan a Jesús en camino hacia la muerte, resaltó el Pregonero la evolución de Cirineo y el Buen Ladrón arrepentido. Del primero destacó su transformación progresiva junto a Jesús camino del Calvario y como queda transformado por el sufrimiento compartido con Cristo. El segundo es la misericordia de Dios, incluso en el último trance: “Dios ha venido a salvar, no ha condenar” – resaltó.
María Mediadora
La figura a la que Gutiérrez dedicó sus estrofas finales y el máximo protagonismo fue a María. Con una exposición magistral primero del papel jugado por Betsabé en la corte de David, descrito en el libro de los Reyes, el Pregonero habló bellamente de la realidad de María como mediadora universal. “Ella no es la redentora, pero todo lo que pidáis en su nombre estará de antemano concedido”. Con un emotivo homenaje a la figura de las madres, que en la cristiandad “tienen una función única en la transmisión de la fe”, José Luis Gutiérrez puso el broche final a un Pregón dicho desde la fe vivida y testimoniada.
El Consilario de la Federación abre el acto
Presentación del Pregonero por parte del Presidente de la Federación
El Pregonero escucha reflexivamente las palabras de presentación
José Luis Gutiérrez en un momento de su intervención
Entrega de la placa conmemorativa al Pregonero por parte del Vicepresidente de la Federación